jueves, agosto 17, 2006

Chile. Un territorio mal aprovechado.

Chile presenta un marcado desequilibrio en la distribución de las estructuras administrativas, de sus actividades productivas y de su población. Es así que tenemos una concentración de población y de actividades comerciales, industriales y administrativas en Santiago, contrastando con Regiones relativamente débiles, ya sea en población y/o desarrollo económico (Anexo 1). A esto se agrega una población urbana sobredimensionada y una población rural decreciente. Según el Censo de 2002, de los 15.116.435 habitantes del país, el 86,6% corresponde a población urbana, 13.090.113 de personas y 13,4% a la población rural, 2.026.322 de personas (Anexo 2).

Este estado de cosas conspira contra la felicidad de los chilenos, fin último de todas las políticas públicas. Esto se ve reflejado en una ciudad como Santiago con buenos colegios, consultorios y hospitales, cines, teatros y bibliotecas, pero con demoras agotadoras para desplazarse, “guettos” en los suburbios y aire irrespirable, unido a una situación de “stress” generalizada. Como contraste tenemos regiones con colegios de inferior calidad, consultorios y hospitales de menor complejidad (hay lugares en que estos servicios los presta Argentina), sin mayores actividades culturales o recreativas, sin adecuada cobertura caminera, fluvial, lacustre o telefónica y con potenciales inexplotados, y especialmente sin proactividad del sector público para revertir drásticamente esta situación, todo lo cual desincentiva la permanencia o llegada de población.

Por otro lado, muchas políticas públicas, por muy bien intencionadas que sean, no están solucionando o tendiendo a solucionar los problemas de Chile, ya que van orientadas a ir resolviendo problemas puntuales o sectoriales, con el agravante que son problemas diagnosticados con fecha anterior, lo que hace que las soluciones siempre van orientadas a solucionar problemas que ya son mayores que los remedios. Ejemplos patentes de este aserto son las campañas de descontaminación de la Región Metropolitana, tendientes a disminuir los diferentes contaminantes, o las autopistas urbanas tendientes a disminuir las congestiones vehiculares.

Hay quienes sostienen que todos estos problemas los puede solucionar el mercado, que los chilenos son “grandecitos” para saber donde vivir y donde trabajar o estudiar, recrearse o atenderse sus enfermedades. Pero esto es una gran falacia. Si el mercado no ha sido capaz de “chorrear” excedentes para los más pobres, tampoco será capaz de solucionar estos otros problemas.

Una visión de país de largo plazo debe considerar una distinta forma de mirar la política y el desarrollo, que incluya consideraciones geográficas, geopolíticas, demográficas y económicas.

Consideraciones geográficas. Debe considerarse las diferentes realidades climáticas y topográficas, unido a las potencialidades económicas. En base a lo anterior debe incentivarse los asentamientos urbanos necesarios, ligados a nuevas actividades económicas, o desincentivarse en el caso de Santiago.

Consideraciones geopolíticas. Debe considerarse la existencia en Chile de “hinterländer” o fronteras interiores, zonas despobladas y carentes de actividades económicas relevantes, para iniciar por allí los incentivos.

Consideraciones demográficas. Debe considerarse la distribución equilibrada de la población en el territorio, lo que implica una distribución del mapa administrativo con alrededor de 6 Regiones con una población de no más de 3 millones de habitantes cada una (lo que considera poblar las macrorregiones y despoblar Santiago a una escala humana).

Consideraciones económicas. Debe considerarse una visualización de las potencialidades productivas de cada Región, con el fin de entregar los incentivos adecuados para que se produzca la afluencia de capitales y población, junto a los servicios de educación, salud, vivienda, cultura y recreación (esto debe considerar servicios de calidad similar a los de Santiago en cada macrorregión).

Se debería estudiar lo sucedido con la creación de ciudades como Las Vegas, en Estados Unidos, y Brasilia, en Brasil. En ambos casos se pobló zonas estratégicas, con un fin económico en un caso y administrativo, en el otro. Además, en el ejemplo brasilero se ayudó a descomprimir Rio de Janeiro y Sao Paulo. (Anexo 7).

Otro ejemplo que se podría estudiar es el de la multinacional Nokia, nacida de la actividad de los fabricantes de cables eléctricos en un pueblo de Finlandia, Keilaniemi de Espoo.

Además debería considerarse ejemplos de crecimiento asimétrico en nuestra Patagonia y la Patagonia Argentina. Ciudades vecinas como Futaleufú, en Chile y Esquel, en Argentina, tienen respectivamente 1800 y 30.000 habitantes. Por su parte, Puerto Williams tiene 2500 habitantes y Porvenir 5400, ambas en Chile y Ushuaia, en Argentina, 46.000.

Por un territorio equilibradamente aprovechado.

1. Organizar el país en Macrorregiones que tiendan a un desarrollo económico, peso poblacional y territorio relativamente equivalente, meta a lograr en un período mínimo de 10 años.

Si uniéramos las Regiones de Tarapacá, Antofagasta y Atacama en una Macrorregión del Norte Grande, Coquimbo y Valparaíso, en una Macrorregión del Norte Chico, O’Higgins y Maule en una Macrorregión de Centro, Bío Bío, Araucanía y Los Lagos en una Macrorregión del Sur, y Aisén y Magallanes en una Macrorregión de la Patagonia, se podría elaborar una secuencia de acciones para lograr equilibrar los habitantes en alrededor de 3 millones de habitantes por Macrorregión y un PIB de alrededor de 10 millones de millones de pesos por Macrorregión (Anexo 8).

Si consideramos alrededor de 17% el ideal de habitantes, superficie y PIB por Macrorregión, la que más se aproxima al ideal en este momento es la Macrorregión conformada por Bío, Bío, Araucanía y Los Lagos, a la que, hilando fino, tal vez debiera quitársele Chiloé y Palena, para anexarlos a la Macrorregión de la Patagonia.

De ninguna manera debería jibarizarse Regiones por rivalidades entre ciudades, como se pretende en la Región de Tarapacá, por las rivalidades entre Arica e Iquique, o con la Región de Los Lagos, por las rivalidades entre Puerto Montt, Valdivia y Osorno. Así jamás serán un contrapeso de Santiago; y eso conspira contra ellos y también contra Santiago y sus habitantes. (Anexo 9).

Con una visión geopolítica, las Macrorregiones a privilegiar, como primera prioridad deberán ser las del Norte Grande y de la Patagonia, con un 7,8 y un 1,6% de población, respectivamente, las que coinciden con los conflictos limítrofes y con los extremos del país.

2. Crear políticas públicas de fomento y de incentivos tributarios que logren el establecimiento de fuentes productivas, y por ende de población, en las zonas de fronteras interiores. Para esto se deberá, por ejemplo, atraer capital foráneo en condiciones preferenciales, condicionado a la creación de polos de desarrollo nuevos. Ello implica restringir su acceso a la compra de entes productivos actualmente existentes. Implica, asimismo, buscar actividades que permitan dar valor agregado a las materias primas que se producen en las diferentes macroregiones, incentivando la elaboración de productos más sofisticados. Crear, por ejemplo, una ciudad de las conservas de fruta, o de las conservas de pescado, o de los muebles, o del esquí, o del cobre.

También, deberá privilegiarse el acceso a la vivienda social en los lugares en que se establezcan estos polos de desarrollo, unido al establecimiento de servicios públicos de salud, educación y otros.


3. Crear incentivos paralelos para el despoblamiento gradual de Santiago, impidiendo el aumento de las zonas rurales y precordilleranas absorbidas por la ciudad. Como primera etapa lograr que la migración hacia Santiago se detenga y luego tender hacia una población de no más de 3 millones de habitantes y la migración industrial.

Alejandro Jiménez Michaelis

ANEXOS

Anexo 1. Regiones de Chile por superficie, comparadas con población y PIB.


Anexo 2. Población de Chile urbana y rural según el Censo de 2002.


Anexo 3. Población de Chile por Regiones según el Censo de 2002.


Anexo 4. Clima de Chile por zonas geográficas.

Chile es uno de los países más largos del mundo, con 4.300 km de longitud, pero simultáneamente uno de los más angostos, con una anchura promedio de sólo 180 km. La inusitada extensión norte-sur de Chile da origen a una gran variedad de climas, donde sólo están ausentes los tropicales húmedos.

En el Norte, Regiones I, II y III, hay lugares donde jamás se han registrado lluvias, como en el desierto de Atacama, y otros donde las esporádicas lluvias que caen en el invierno dan origen a una explosión de flores en primavera, fenómeno conocido como "Desierto Florido". En toda esta vasta porción del país, la costa tiene clima moderado, con la nubosidad matinal y tardes soleadas. A medida que aumenta la altura, la temperatura diurna sube y la nocturna disminuye.
En el altiplano, la temperatura cae por debajo de los 0ºC de noche, incluso en verano. En esa época, además, ocurre un fenómeno denominado "Invierno Boliviano", con ocasionales tormentas de lluvia y granizo.

Más al sur, entre las IV y VIII regiones, encontramos paisajes mediterráneos, con valles y costas favorecidos por un clima templado, estaciones bien diferenciadas, veranos secos e inviernos relativamente lluviosos.

Entre las regiones VIII y X predomina un clima templado lluvioso que sustenta vastos bosques nativos y una floreciente industria agropecuaria.

En las regiones XI y XII el clima es lluvioso y moderadamente frío, con mucho viento en costa y en la pampa patagónica. Hacia el extremo del continente disminuyen la temperatura.

Anexo 5. Superficie de Chile por Regiones.

Chile continental posee una superficie de 756.631 km2.


Anexo 6. PIB de Chile por Región.

PRODUCTO INTERNO BRUTO POR REGIÓN A PRECIOS CONSTANTES, 1996-2003
( Millones de pesos de 1996 )

Fuente. Banco Central

Anexo 7. Antecedentes de ciudades creadas.

CAPITALES CREADAS

Washington (1800), Camberra (1913) e Islamabad (1959) fueron creadas para ser ciudades capitales, cerca de grandes ciudades, pero el caso más emblemático es Brasilia, construida en medio de la nada, durante el gobierno de Juscelino Kubitschek, a partir de 1956, para lograr dos objetivos adicionales, ser centro de desarrollo donde no había nada y descomprimir Rio de Janeiro. Brasilia se ubica a 870 km. de Sao Paulo y 931 km de Rio de Janeiro.

LAS VEGAS.

Este es otro ejemplo de ciudad polo de desarrollo. Ubicada en medio del desierto en el Estado de Nevada, hubo una pequeña población en una zona de vegas desde que pertenecía a México. Sin embargo, con la legalización del juego, en 1931, comenzó a crecer para convertirse en una gran ciudad, polo de desarrollo en medio del desierto. Actualmente, Las Vegas y sus alrededores cobijan 2 millones de habitantes y reciben visitas por una cantidad similar en sus innumerables hoteles. Las actividades productivas se han ido diversificando, merced a una política de exención de impuestos a la renta.

Anexo 8. Proyecciones.

Anexo 9. Nuevas Regiones.

Avanza en el Senado la nueva Región de Arica y Parinacota
La Nación. Viernes 9 de junio de 2006.
Con el compromiso de pedir al Ejecutivo el perfeccionamiento de los aspectos administrativos y financieros del proyecto que crea la región de Arica y Parinacota, la Comisión de Gobierno aprobó por unanimidad la idea de legislar sobre la iniciativa.
Así lo informó el senador Víctor Pérez, presidente de la instancia, quien junto a los senadores Jaime Orpis (en reemplazo del senador Hernán Larraín) y Fernando Flores (en reemplazo de Ricardo Núñez) sesionaron en el edificio de la gobernación Provincial de Arica. Allí escucharon en una maratónica jornada los planteamientos de los principales representantes políticos, académicos y de organizaciones sociales de la ciudad.
Esta aprobación coincide con la celebración del aniversario de la ciudad, el 7 de junio, y constituye un paso concreto para lograr la creación de la región número XV del país.
Sin embargo, Pérez insistió en que “creemos que el proyecto requiere modificaciones sustantivas y para ello debe existir una decisión política del Gobierno para que Arica tenga un modelo de desarrollo sustentable”.
El legislador precisó que “el proyecto lo que hace es replicar la actual existencia de regiones, por lo tanto, nos parece que hay que aprovechar la experiencia y superar los aspectos negativos y deficitarios, por ejemplo creemos que no es necesario contar con el modelo Intendencia y Gobernación, porque esta última sería sólo una instancia burocrática”.
Agregó que “en el aspecto financiero todo lo relativo a la región minera y distribución de recursos deben tener un tratamiento especial y a la vez hay que tener presente que esta región será la única que tendrá frontera con dos países y por lo tanto su situación geopolítica será diferente”.
En tanto, el senador Fernando Flores propuso solicitar una reunión especial con la Presidenta de la República, Michelle Bachelet con el fin de abordar estos detalles y las modificaciones necesarias al proyecto, porque pese a que existe el anhelo de ser región también hay que impedir que la nueva región se transforme en una gran frustración para la comunidad ariqueña.
Por su parte, el senador Jaime Orpis, coincidió con su par, en el sentido que hace más de 30 años que no se crea una nueva región y por lo tanto, debemos aprender de los errores y asegurar que la iniciativa vaya acompañada de una estrategia del Ejecutivo para el desarrollo y la competividad.

Diputados aprueban nueva Región de Los Ríos
La Nación. 6 de junio de 2006.
Cuando exactamente los relojes marcaban las 13.30 horas fue el presidente de la sala, diputado Antonio Leal, quien corroboró lo que indicaban con toda claridad los marcadores electrónicos: una contundente adhesión al proyecto para crear la nueva Región de Los Ríos.
La ley exigía 72 votos como mínimo para que la iniciativa saliera airosa de la sala. Por eso, los 89 votos obtenidos esta tarde fueron considerados por el alcalde de Valdivia, Bernardo Berger, “como una fuerte señal política de la cámara baja, que deberá ser atendida con sabiduría en el Senado”.
“En lo personal -agregó- estoy profundamente satisfecho por la cohesión, el espíritu de unidad, y el trabajo serio y responsable de largos años, hoy han dado frutos favorables”.
El análisis partió a las once horas con sólo dos intervenciones en contra, la de los osorninos Jaime Hernández y Sergio Ojeda. El resto de los pronunciamientos fueron en apoyo a la iniciativa valdiviana.
Sólo dos horas tomó la intervención de los diputados, luego, media hora de incertidumbre en la que incluso se llegó a dudar que se lograra tener en sala la asistencia mínima requerida para la votación. Sin embargo, y a favor de los valdivianos, 102 diputados se pronunciaron, y 89 de ellos aseguraron que el proyecto local pasará su segundo trámite a contar de ahora a la Cámara Alta.

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