martes, julio 08, 2008

El Tatio

Es un día nefasto para el medio ambiente y el turismo la aprobación por parte de la Corema de Antofagasta de una fase de exploraciones en la zona de los geisers del Tatio. Mejor la Corema hubiera exigido a CORFO el desmantelamiento de los pasivos ambientales que dejó en la zona y que afean al sector. Toda mi solidaridad con la comunidad de Toconao y San Pedro de Atacama que vive del turismo. Esto contribuye además a seguir despoblando nuestras fronteras y destruyendo el habitat de los pueblos originarios.
Alejandro Jiménez Michaelis
Julio de 2008

miércoles, mayo 07, 2008

SEGURO OBLIGATORIO PARA ARGENTINA U OTRO PAIS DEL MERCOSUR



Desde mayo de 2005, la República Argentina exige un seguro de responsabilidad civil para daños a terceros a todos los vehículos particulares y de alquiler que entren por sus pasos fronterizos. De no cumplir con esta norma, a los vehículos chilenos se les impide el ingreso a dicho país.


Cobertura Seguro Obligatorio Automotor: El Seguro Obligatorio corresponde a una póliza de responsabilidad civil para daños a terceros no transportados. En la práctica significa que en un accidente, se indemniza en caso de muerte y/o daños personales por un monto de US $40.000 por persona, con un límite máximo de US $200.000 por evento. En caso de daños materiales, el monto a pagar será de US $20.000 al tercero afectado, con un límite máximo de US $40.000 por evento.

Todos los vehículos en Argentina tienen este seguro obligatorio. En cambio el seguro que es necesario tomar en Chile para acceder al permiso de circulación anual, sólo cubre daños personales, pero no materiales, además de no tener cobertura en el exterior.
Como país adherido al Mercosur, Chile debe acogerse al acuerdo adoptado por éste de exigir a los vehículos extranjeros que ingresen temporalmente, ya sea para el transporte de personas o mercaderías, contar con un seguro de Responsabilidad Civil, en una primera instancia adquiriendo nuestro SOAP.

Luego deberían unificarse las pólizas de seguro obligatorio de Chile (SOAP) con las del Mercosur y establecer que todas tengan validez anual tanto en los respectivos territorios nacionales como en los del Mercosur que visite el asegurado, tal como opera desde hace años en la Comunidad Europea. Esto no debiera aumentar los costos, ya que es obvio que los riesgos de provocar daños son idénticos en el país de origen como en el país visitado y nunca son simultáneos en los dos.

Por último debiera establecerse que los seguros automotores voluntarios sean suplementarios de los anteriores con cobertura en toda la zona Mercosur, lo que por las mismas razones anteriormente señaladas no debiera encarecer las primas.



Alejandro Jiménez Michaelis

martes, mayo 06, 2008

Terremoto gris o terremoto blanco. ¿Por qué no aprendemos?



Merced a la erupción del Volcán Chaitén, del cual no se tenía registro de erupciones anteriores, las localidades de Chaitén y Futaleufú, y en menor medida Palena, están cubiertas de una gruesa capa de ceniza volcánica y se contaminó el agua superficial. Como consecuencia no existe agua para beber y los pastos están cubiertos previéndose una enorme mortandad de ganado, única fuente de recursos para muchos lugareños.



No puedo sino reconocer la eficiente labor de los organismos de emergencia, en especial el esfuerzo desplegado para la inédita evacuación efectuada.



Sin embargo, la situación que se está viviendo no es nueva en nuestro país. El escenario que se presentó era perfectamente previsible, no la erupción en sí ni el lugar, pero claramente algunas de sus consecuencias.



Los datos están. Somos uno de los dos lugares más volcánicos y sísmicos del Planeta. No hace tanto, la Región de Aisén vivió una situación similar a la que actualmente se vive cuando se produjo la erupción del Volcán Hudson (agosto de 1991). También en aquella época se vivió un "terremoto gris" del cual aún quedan huellas.



Si a esto sumamos que cada tanto tenemos "terremotos blancos", con precipitaciones de nieve fuera de lo "normal", podemos concluir que las consecuencias de la actual erupción del volcán Chaitén podrían haberse mitigado con dos medidas que tomadas a tiempo no habrían sido tan complicadas:



1. Construcción de establos, comederos y bebederos (obviamente con techos con una adecuada pendiente) y acopio de una reserva estratégica de forraje, y



2. Diversificación de las fuentes proveedoras de agua, por ejemplo, aguas subterráneas y superficiales.



Tanto con los terremotos grises o blancos pasa más o menos lo mismo. Son testigos los habitantes de Lonquimay, Curarrehue, Chaitén o Aisén.



Debemos invertir más en prevención.



Y no nos olvidemos de Santiago, donde una erupción del San José (erupción en 1822), del Maipo (erupción en 1941), Tupungatito (erupción en 1986) o del Tupungato (considerado extinto igual que el Chaitén), todos ubicados muy cerca de nuestra capital, nos podría contaminar toda el agua, ya que casi todas las fuentes, y las reservas que se ocupan, están en la cuenca del Río Maipo, y no es lo mismo evacuar a 4000 personas que a 6 millones. Sin ser un experto, ¿hay algún plan para inyectar a los ductos de Santiago agua de la cuenca del Aconcagua en caso de emergencia?



Alejandro Jiménez Michaelis


Mayo de 2008.

lunes, abril 14, 2008

Santiago está obeso mórbido.


Creatividad en la solución de nuestros problemas.



Nuestra ciudad de Santiago está aquejada de una infinidad de problemas, la mayoría de los cuales tienen su origen en su crecimiento. Al respecto, un ejército de eficientes profesionales elaboran día a día nuevas "soluciones" para cada uno de los problemas, sesudas políticas públicas basadas en proyecciones del crecimiento de cada uno de estos grandes problemas, debidamente analizados. La tragedia es que una vez implementadas las "soluciones" siempre los problemas han ido creciendo más rápido que las "soluciones", cual inexorable Ley de Murphy.


Lo increíble de esta situación es que no se ve a nadie estudiando el origen de los problemas, que es el crecimiento en sí, en lugar de quejarnos de las externalidades que cada uno ocasiona.


Los mitos.

  • A tal fecha tendremos tal cantidad de habitantes en Santiago.
  • A esta fecha tendremos esta cantidad de vehículos circulando por nuestras calles.
  • A esta otra fecha los contaminantes de tal y cual tipo tendrán estos niveles.
  • A esta fecha deberemos aumentar en tanto las hectáreas construidas de la ciudad para dar cabida a la cantidad de nuevas viviendas necesarias.
  • Necesitaremos tales y cuales modificaciones en la locomoción colectiva.
  • Necesitaremos tales y cuales líneas de Metro.
  • Necesitaremos nuevas autopistas.
  • Deberemos tarificar las vías urbanas.
  • Restricción de 2 o 4 dígitos.
  • Necesitaremos tanta nueva energía.
  • Necesitaremos, necesitaremos, necesitaremos...

Concedamos que todas las proyecciones son correctas, que los estudios están correctamente ejecutados. Es cierto, todo eso sucederá si NO hacemos algo por impedirlo.


La solución

Tal vez todas las acciones proyectadas deban ser llevadas adelante, algunas más que otras. Sin embargo, la única forma de llegar en algún momento a vivir en una ciudad "vivible" es combatiendo decididamente la causa basal de los problemas, el crecimiento, o mejor dicho, este crecimiento.

Mientras no tengamos conciencia que Santiago tiene el doble de habitantes que los que puede cobijar, que su valle es finito, que los vientos tienen ciertas características y que el agua tiene otras, que necesitamos vegetación tanto para alimentar el cuerpo como el espíritu, no empezaremos a solucionar realmente nuestros problemas.

Nuestros mejores profesionales los necesitamos para revertir el actual crecimiento de Santiago, no para paliarlo. Es hora ya de mirar hacia el resto del país. Potenciar las Regiones es potenciar Santiago. Si pudiéramos graficar, Chile sufre de obesidad mórbida, la panza es Santiago y las piernas y brazos son las Regiones, ansiosas de poder fortalecer los músculos y dejar de alimentar la panza. ¿Qué será mejor para el obeso. Diseñar un auto que lo pueda contener mientras espera la muerte o curarle la obesidad?

El CRECIMIENTO verdadero, con mayúsculas, es homogéneo, permite a todo el país, a todos sus habitantes, progresar sobre bases sólidas, en armonía con la naturaleza.


Alejandro Jiménez Michaelis