miércoles, mayo 07, 2008

SEGURO OBLIGATORIO PARA ARGENTINA U OTRO PAIS DEL MERCOSUR



Desde mayo de 2005, la República Argentina exige un seguro de responsabilidad civil para daños a terceros a todos los vehículos particulares y de alquiler que entren por sus pasos fronterizos. De no cumplir con esta norma, a los vehículos chilenos se les impide el ingreso a dicho país.


Cobertura Seguro Obligatorio Automotor: El Seguro Obligatorio corresponde a una póliza de responsabilidad civil para daños a terceros no transportados. En la práctica significa que en un accidente, se indemniza en caso de muerte y/o daños personales por un monto de US $40.000 por persona, con un límite máximo de US $200.000 por evento. En caso de daños materiales, el monto a pagar será de US $20.000 al tercero afectado, con un límite máximo de US $40.000 por evento.

Todos los vehículos en Argentina tienen este seguro obligatorio. En cambio el seguro que es necesario tomar en Chile para acceder al permiso de circulación anual, sólo cubre daños personales, pero no materiales, además de no tener cobertura en el exterior.
Como país adherido al Mercosur, Chile debe acogerse al acuerdo adoptado por éste de exigir a los vehículos extranjeros que ingresen temporalmente, ya sea para el transporte de personas o mercaderías, contar con un seguro de Responsabilidad Civil, en una primera instancia adquiriendo nuestro SOAP.

Luego deberían unificarse las pólizas de seguro obligatorio de Chile (SOAP) con las del Mercosur y establecer que todas tengan validez anual tanto en los respectivos territorios nacionales como en los del Mercosur que visite el asegurado, tal como opera desde hace años en la Comunidad Europea. Esto no debiera aumentar los costos, ya que es obvio que los riesgos de provocar daños son idénticos en el país de origen como en el país visitado y nunca son simultáneos en los dos.

Por último debiera establecerse que los seguros automotores voluntarios sean suplementarios de los anteriores con cobertura en toda la zona Mercosur, lo que por las mismas razones anteriormente señaladas no debiera encarecer las primas.



Alejandro Jiménez Michaelis

martes, mayo 06, 2008

Terremoto gris o terremoto blanco. ¿Por qué no aprendemos?



Merced a la erupción del Volcán Chaitén, del cual no se tenía registro de erupciones anteriores, las localidades de Chaitén y Futaleufú, y en menor medida Palena, están cubiertas de una gruesa capa de ceniza volcánica y se contaminó el agua superficial. Como consecuencia no existe agua para beber y los pastos están cubiertos previéndose una enorme mortandad de ganado, única fuente de recursos para muchos lugareños.



No puedo sino reconocer la eficiente labor de los organismos de emergencia, en especial el esfuerzo desplegado para la inédita evacuación efectuada.



Sin embargo, la situación que se está viviendo no es nueva en nuestro país. El escenario que se presentó era perfectamente previsible, no la erupción en sí ni el lugar, pero claramente algunas de sus consecuencias.



Los datos están. Somos uno de los dos lugares más volcánicos y sísmicos del Planeta. No hace tanto, la Región de Aisén vivió una situación similar a la que actualmente se vive cuando se produjo la erupción del Volcán Hudson (agosto de 1991). También en aquella época se vivió un "terremoto gris" del cual aún quedan huellas.



Si a esto sumamos que cada tanto tenemos "terremotos blancos", con precipitaciones de nieve fuera de lo "normal", podemos concluir que las consecuencias de la actual erupción del volcán Chaitén podrían haberse mitigado con dos medidas que tomadas a tiempo no habrían sido tan complicadas:



1. Construcción de establos, comederos y bebederos (obviamente con techos con una adecuada pendiente) y acopio de una reserva estratégica de forraje, y



2. Diversificación de las fuentes proveedoras de agua, por ejemplo, aguas subterráneas y superficiales.



Tanto con los terremotos grises o blancos pasa más o menos lo mismo. Son testigos los habitantes de Lonquimay, Curarrehue, Chaitén o Aisén.



Debemos invertir más en prevención.



Y no nos olvidemos de Santiago, donde una erupción del San José (erupción en 1822), del Maipo (erupción en 1941), Tupungatito (erupción en 1986) o del Tupungato (considerado extinto igual que el Chaitén), todos ubicados muy cerca de nuestra capital, nos podría contaminar toda el agua, ya que casi todas las fuentes, y las reservas que se ocupan, están en la cuenca del Río Maipo, y no es lo mismo evacuar a 4000 personas que a 6 millones. Sin ser un experto, ¿hay algún plan para inyectar a los ductos de Santiago agua de la cuenca del Aconcagua en caso de emergencia?



Alejandro Jiménez Michaelis


Mayo de 2008.